beatificado el 19 de noviembre de 2016. Con su predicación buscaba alimentar y animar la vida espiritual de sus oyentes ayudándolos a tener una mirada contemplativa sobre la escena o el misterio propuesto por la Palabra de Dios… Estas líneas saben a misterio, que solo lo puede transmitir quien lo conoce por experiencia, y este sabor trasciende el tiempo… El padre María Eugenio nos lleva hoy al diálogo con el Señor y nos hace sentir que Dios nos espera y nos ama. Estimula en nosotros la práctica del bien como uno de esos predicadores que a santa Teresa le gustaba escuchar, seguro de su doctrina y testigo de una experiencia de Dios” (Prefacio de Fr. Marie-Laurent Huet, ocd).