En este “VÍA LUCIS” diversas personas: un obispo, varios dominicos, un grupo de mujeres laicas, un matrimonio de educadores, dos religiosas, nos regalan su experiencia pascual, que son ilusiones de paz, de belleza, de cultura, como imanes del amor ferviente que nace del encuentro con el Resucitado. Ofrecemos este camino pascual a familias y jóvenes, a niños y a comunidades, colegios, movimientos y parroquia. Porque creemos en el Resucitado, queremos vivir pascualmente en el compromiso con los empobrecidos, los que sufren violencia de cualquier género, con las víctimas de abusos y de injusticias… Nuestro futuro está en Cristo resucitado, que venció el mal, la injusticia y la muerte. Nuestro futuro tiene el color de la vida plena y de los acordes pascuales. ¡Aleluya!