Carlo Acutis era un chico de aspecto corriente nacido en Italia. Le gustaban los animales, el fútbol y pasar tiempo con sus amigos, y era un friki de la informática... Pero no era como los demás: ¡le fascinaban las iglesias y la Virgen María, y su mayor deseo era recibir la Eucaristía! Era un apasionado de Dios y ponía su talento a Su servicio. Creó páginas web para muchas parroquias y trabajó durante años en la mayor exposición de la historia sobre los milagros eucarísticos, que se instalaría en más de 10.000 parroquias. Carlo estaba lleno de ideas misioneras. A la edad de 15 años sufrió una leucemia fulminante. No se quejó de nada. «La felicidad es mirar a Dios. La tristeza es mirarse a uno mismo». Murió el 12 de octubre de 2006. Su popularidad fue instantánea, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Se le atribuyó un milagro en 2018, y el papa Francisco celebró su beatificación en 2020. Muchos jóvenes encuentran en él una luz en el mundo actual.