Luigi Maria Epicoco nos alienta a descubrir nuestra condición de discípulos siguiendo el Evangelio de Lucas. La palabra viva de unos ejercicios espirituales se convierte en el vehículo que nos transporta por los senderos que traza el evangelista. Es a través de la escucha y la meditación de la Palabra, como descubrimos el verdadero Rostro de la Misericordia: algo cambia en nuestra existencia y nos hace sentir que nuestra vida está traspasada por la experiencia de Cristo.