El mundo que vivimos padece una profunda crisis sobre la promesa. Lo dramático no es que el hombre de hoy sea infiel a sus promesas, sino que ni siquiera se siente capaz de hacerlas. Las dificultades para hacer promesas son muy variadas y complejas.
La motivación de este ensayo se encuentra en que pensamos que merece la pena una reflexión que ayude a mostrar la naturaleza del acontecimiento de la promesa, así como abrir caminos para que los hombres aprendamos a prometer, y a vivir cumpliendo las promesas que vamos realizando a lo largo de nuestra existencia.
El itinerario que vamos a seguir es el siguiente. En primer lugar, mostraremos que toda la historia de la salvación puede leerse desde la clave de la promesa. Repasaremos algunos hitos de la misma, para reconocer la importancia de interpretar la historia salutis como una sucesión ininterrumpida de promesas que Dios va a ir cumpliendo en los tiempos oportunos.