Desde el punto de vista del marketing, los pequeños negocios, que no siempre tienen unos recursos suficientes como para dividirse en departamentos, sí conocen bien su sector y su mercado, pero, en algunas ocasiones, algunos de ellos pierden oportunidades de maximizar sus ventas y de fidelizar clientes. La misma situación le puede ocurrir a un emprendedor que, con pocos recursos, podría no tener en cuenta la importancia de los datos y perder oportunidades. Un caso real y simple como es el siguiente: un quiosquero al que un vecino cercano le pregunta diariamente durante dos meses seguidos por una revista que colecciona y no se preocupa nunca por recibirla ni tampoco se la guarda. Finalmente, el quiosquero lo que consiguió fue que el vecino la comprase a otro quiosquero más lejano, que, además de guardársela, se la entrega siempre en una bolsa de papel para que no se estropee. Este segundo quiosquero va cogiendo confianza y preguntando para averiguar los gustos del comprador de la revista…; le está fidelizando porque, aunque esta persona tenga que esperar dos días hasta pasar por esa calle, le merece la pena como cliente. El primero simplemente no se preocupó. Todo esto parece algo obvio, pero cuando se tiene un pequeño negocio o se comienza a poner en práctica un proyecto de emprendimiento, no siempre es fácil pensar y conocer todas las partes de la gestión empresarial. Lo que sí se debe saber es que es muy difícil tener productos diferentes, precios más bajos o pretender ser los únicos en un lugar privilegiado de forma permanente, porque al final siempre aparece la competencia y hay que estar preparado para seguir adelante, que el modelo sea sostenible y saber evolucionar en todas las circunstancias. Este libro pretende demostrar que sólo se trata de cambiar la forma de pensar. El marketing no es un ente abstracto; es lo que se hace porque se piensa en términos de marketing.