En agosto de 1988, por una serie de circunstancias, me inscribí en un club de boxeo del gueto negro de Chicago. Nunca había practicado ese deporte, ni siquiera se me había pasado por la imaginación hacerlo Durante tres años
En agosto de 1988, por una serie de circunstancias, me inscribí en un club de boxeo del gueto negro de Chicago. Nunca había practicado ese deporte, ni siquiera se me había pasado por la imaginación hacerlo Durante tres años