Polonia, invierno de 1939. El país sufre la ocupación de la Alemania nazi. La madre Kazimierza, abadesa de un convento de Cracovia muy popular por sus dones proféticos, aparece muerta de un disparo en el claustro. De la investigación se hace cargo el capitán Martin Bora, del servicio de información militar alemán, al que se le une en las pesquisas el padre John Malecki, un jesuita de Chicago de origen polaco enviado por el Vaticano para investigar los milagros de la madre Kazimierza.