Esta Presencia del Señor, da la cual la Beata Isabel de la Trinidad ha sentido y vivido la profundidad, no es un privilegio de algunos, sino un don ofrecido a todos sin distinción.
Esta Presencia del Señor, da la cual la Beata Isabel de la Trinidad ha sentido y vivido la profundidad, no es un privilegio de algunos, sino un don ofrecido a todos sin distinción.