El tema del Congreso promovido por la Pontificia Academia para la Vida con el título “La conciencia cristiana como sustento del derecho a la vida ha querido abrir una reflexión sobre la instancia ética prioritaria para enfrentarse a esta extensión del mal: esta instancia consiste, ante todo, en tomar conciencia del mal, en saberlo identificar como tal y, como paso segundo y consiguiente, en defenderse de los mecanismos sociales, políticos o legales que quieren enredar a los ciudadanos, creyentes o no creyentes, en la complicidad con el mismo mal. Sin duda, sus intensos trabajos, recogidos ahora en esta obra, son una importante aportación a este fin. El Papa ha subrayado la pertinencia del tema elegido cuando ha afirmado que “es preciso volver a educar en el deseo del conocimiento de la verdad auténtica, en la defensa de la propia libertad de elección ante los comportamientos de masa y ante las seducciones de la propaganda, para alimentar la pasión de la belleza moral y de la claridad de la conciencia”.