La emigración del profeta Mahoma de La Meca a Medina en el año 622 d.C. marca históricamente el nacimiento del islam. Poco después de su muerte, sus seguidores traspasaron las fronteras de la península Arábiga [...]. El nuevo orden político difundió un nuevo sistema religioso y una lengua nueva [...]. Como consecuencia, la literatura cristiana también se arabizó.