anta Isabel de la Trinidad es una de las figuras místicas más importantes del siglo XX. Contempo -ránea y coterránea de santa Teresa de Lisieux, ambas carmelitas contemplativas y, desde su claus-tro, prolíficas y profundas escritoras espirituales. A pesar de que la Iglesia solo ha otorgado el título de Doctora a la santa de Lisieux, es indudable que el magisterio de la de Dijon posee evidentes quilates espirituales y que su influjo en la Iglesia es de una acreditada trascendencia. Ya escribió sobre ella el teólogo Hans Urs von Balthasar cuando ni siquiera había sido beatificada: «La estructura del universo espiritual de Isabel, el contenido y el estilo de su pensamiento teológico son de una densidad, de una consistencia perfecta». Y san Juan Pablo II, refiriéndose a ella, dijo: «Entre los santos de Francia que ejercieron la mayor influencia en mi vida, Isabel de la Trinidad es un admirable testigo de la gracia del bautismo cumplida en un ser que la acoge sin reservas: nos ayuda a encontrar a nuestra vez las formas de oración y entrega». La BAC publica ahora en español, íntegra y críticamente, las Obras completas de santa Isabel. Sus escritos han sido siempre —y especialmente en nuestros días— una apremiante llamada a la interioridad y, en concreto, a la experiencia de la inhabitación trinitaria. La lectura de estas páginas resultará, sin duda, un auténtico alimento espiritual para los lectores ávidos de crecer y ahondar en su vida cristiana.