La antigüedad cristiana constituye un período fascinante e inagotable para la investigación teológica. Esta obra magna de dos patrólogos consagrados, Emanuella Prinzivalli y Manlio Simonetti, ofrece una cuidadosa síntesis de la teología de los siglos I-V, incluyendo no solo la cristología y la reflexión trinitaria, sino también la concepción del hombre, de la historia, del destino…y la forma de vivir y organizarse de los primeros cristianos. El enfoque es netamente histórico evitando valorar a los autores a posteriori en base a su ortodoxia. También atiende a la diversidad de áreas geográficas, con sus peculiaridades culturales, evitando así un esquema de progreso lineal que no respete su singularidad. El resultado es una imagen rica y polifacética de la teología de los primeros cristianos, que, aunque pensaban cosas diferentes sobre Dios, sin embargo, les unía la convicción de que Jesús es algo más que un hombre y que su misión es salvadora.