El P. Bernard, sin ceñirse a los textos conocidos de las revelaciones a santa Margarita María de Alacoque —aunque por supuesto los tiene presentes y los aborda—, estudia el riquísimo dinamismo del movimiento simbólico captando todos los símbolos presentes en la escena de la Transfixión: el Costado abierto, la sangre, el agua... Ese momento histórico de la Transfixión es un acontecimiento de revelación. Así lo escudriña nuestro autor siguiendo la dinámica interna que el cuarto evangelista quiso imprimir a su evangelio. Las bellas citas de grandes autores espirituales antiguos y modernos que jalonan el texto destacan el carácter inagotable del Misterio del Corazón del Señor y la capacidad, también inagotable, de los corazones que aman para encontrar siempre nuevas imágenes para tratar de explicarlo.