Legionarios, corrupción, drogas y venganzas en una novela explosiva, muy negra y llena de adrenalina. Al más puro estilo Tarantino, Ramón Palomar regresa con un hard boiled extremo que nos lleva desde el franquismo de los años cincuenta hasta la ruta del bakalao y el tráfico de mescalina.
Antes de convertirse en un gerifalte de las drogas y levantar su imperio del mal, el sargento Ventura Borrás recibió una educación preñada de sangre y violencia. Entre el norte de África y la Península se gestó la leyenda de este legionario mortífero que a lo largo de los años acumuló tantos pecados que el mismísimo Belcebú le escogería como pareja de baile.
Le respetan, le temen, le odian, le aman, le veneran y le desprecian, pero pocos saben cómo Ventura consiguió extender sus tentáculos para liderar un emporio criminal. Esta es la historia de su ascenso a la cumbre del poder desde su lado más oscuro y salvaje.
«Tráfico de drogas, personajes al límite, pura dinamita literaria. Para leer y no parar». SANTIAGO POSTEGUILLO