Éste es un breve ensayo de orientación sobre la Iglesia y sobre el ser cristiano, centrado en el ámbito específico de las órdenes religiosas como punto de referencia segura. El autor aborda el problema de una identificación práctica del cristianismo, es decir, el de los sujetos a quienes se dirige y afecta el llamamiento evangélico que es hoy, para la teología, más apremiante que nunca. No considera que los religiosos sean los únicos que practican el seguimiento, pero cree que el único camino, al que están llamados sin distinción todos los cristianos, necesita un enérgico impulso y una radicalidad plásticamente vivida. Y en este punto la atención debe fijarse con ahínco en las órdenes religiosas, así como en aquellas personas que se arriesgan a emprender el experimento de una vida cristiana más radical, sin insertarse dentro de los institutos tradicionales de la Iglesia.