En esta cuarto volumen de su diario, el hermano Roger de Taizé no evoca solamente su existencia cotidiana sobre la colina. Por primera vez cuenta también su vida en medio de los más pobres, en Chile en 1975, en Calculta en 1976. De vez en cuando, el diario se interrumpe y da lugar a una oración o a una reflexión sobre algunos interrogantes esenciales que los jóvenes se hacen: ¿Podemos comprometernos para toda la vida? ¿Quén es Cristo? ¿Por qué la Iglesia? ¿Cuál es el sentido del sufrimiento humano? Los niños desempeñan un gran papel en estas páginas, así como las personas adultas: ¿será porque, por intuición, ellos saben descubrir mejor el asombro de un amor?