El Cristo naciente está albergado en cada interior humano. Hay semillas de divinidad por doquier. Jesús de Nazaret vino a despertarnos y desde entonces estamos amaneciendo a pesar de nuestro adormecimiento.
El Cristo naciente está albergado en cada interior humano. Hay semillas de divinidad por doquier. Jesús de Nazaret vino a despertarnos y desde entonces estamos amaneciendo a pesar de nuestro adormecimiento.