El manuscrito original de este Diario filosófico, que la crítica especializada ha comparado a los fragmentos póstumos de Nietzsche, las anotaciones privadas de Wittgenstein o los apuntes preparatorios para el Libro de los pasajes de Walter Benjamin, está formado por un conjunto de 28 cuadernos que durante largo tiempo se creyeron perdidos. No se trata de un diario íntimo, sino más bien de los materiales de trabajo que la autora redactó durante 23 años, entre 1950 y 1973. El lector podrá asistir al desarrollo del pensamiento arendtiano a través de sus lecturas, reflexiones, aforismos y poemas. Diario filosófico supone un interesante testimonio de la actividad intelectual de una de las figuras clave de la filosofía política contemporánea, cuyo análisis de la caída en la barbarie del totalitarismo y de las condiciones necesarias para la libertad democrática sigue plenamente vigente.