El temible pirata Pendenciero no solo es el terror de los siete mares. También es un hombre despistado, dormilón, melancólico y, sobre todo, tremendamente llorón. Tras varios meses de navegar y atacar barcos, vuelve a casa, pero, ¡qué atolondrado!, ha perdido el botín. Y ahora deberá enfrentarse a la furia de la Crustáceo, su enorme y bigotuda mujer, que tiene peor carácter que todos los piratas de su tripulación juntos.