Emilio ha tenido una pesadilla, pero él no le tiene miedo a nada, ni siquiera a los lobos feroces. Sin embargo, hay algo que sí parece aterrorizarle: un dulce y ñoño conejo rosa. A Emilio no se le ocurre mejor solución que ordenar al lobo de sus pesadillas que mantenga a raya al conejo rosa.