La Biblia habla en símbolos y para referirse a Dios acuńa algunos que no dejan de sorprendernos. El lector puede aceptar el desconcierto para saltar más allá de lo obvio y sabido con este libro.
La Biblia habla en símbolos y para referirse a Dios acuńa algunos que no dejan de sorprendernos. El lector puede aceptar el desconcierto para saltar más allá de lo obvio y sabido con este libro.