Describir con precisión un modelo antropológico en todos sus elementos y atendiendo a todas las implicaciones que conlleva el adoptarlo no es tarea sencilla. El paradigma antropológico ignaciano tiene una dificultad añadida: se trata de un modelo implícito que exige un acercamiento indirecto. En este volumen, se ofrecen reflexiones desde diversas áreas del saber que, como si se tratara de un gran tapiz impresionista con abundante riqueza de matices y texturas, cuando se ven en su conjunto se cargan de armonía y de sentido dejando noticia de un modo de ser creyente inequívocamente ignaciano.