Hacia el final de los Ejercicios Espirituales, hallamos los «Misterios de la vida de Cristo Nuestro Señor» (Ej 261-312), que han recibido poca atención de los estudios ignacianos. Hay en ellos, sin embargo, una enorme riqueza, que este libro se ha propuesto mostrar, escogiendo los misterios de la vida pública.