Las páginas de este libro son una mirada al mundo desde Dios, una mirada de fe que ayuda a ver a las personas y circunstancias que frecuentemente nos pasan desapercibidas y en las que se manifiesta la presencia de Dios: la belleza y bondad de lo insignificante y de lo humilde, de lo que parece despreciable y desechable, de la variedad y los contrastes, y también la fuerza de la Eucaristía, de la oración y la contemplación de la naturaleza que nos rodea.