–Estudio del s. XV: En la primera sección se recogen las aporta-ciones del nominalismo teológico (Juan Gersón, etc.), del Quattrocento italiano (Antonino de Florencia, etc.), de la prerrenacentista universi-dad de Salamanca (Tostado, etc.) y de la recién fundada universidad de Lovaina. En la segunda sección se subrayan las sensibili-dades morales provenientes del humanismo ita-liano y castellano: la ética escrita “para” y “por” las mujeres, los “espejos morales de príncipes” y el éthos vinculado a la literatura del amor, de la muerte y de los libros de caballería. –Análisis de la amplia producción teológico-moral del s. XVI: En dos secciones se presentan los autores, las obras y la temática moral del Renacimiento tomis-ta, de la Escuela de Salamanca y, en general, de la segunda Escolástica. Las tres siguientes secciones analizan la vertien-te moral de tres grandes movimientos del espíri-tu: el humanismo, la reforma y la espiritualidad. A los Padres de la reforma protestante se les dedica una sección específica. La última sección se fija en algunos factores ne-gativos de aquellos “tiempos recios”: la Inquisi-ción, el Índice, la expulsión de judíos y moriscos, la limpieza de sangre, la caza de brujas.