El Icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro es un icono de la Pasión gloriosa de Jesucristo. En él se percibe el dolor, pero también la misericordia y la glorificación de Jesucristo, de María y de los instrumentos de la Pasión. En 1866, el papa Pío IX confió este Icono a los misioneros redentoristas y les dijo: "Dadla a conocer por todo el mundo". Ellos han llevado a la práctica este consejo, haciendo que este Icono sea la imagen mariana de su Congregación. Hoy la Virgen del Perpetuo Socorro es conocida y venerada en los cinco continentes, siendo especialmente entrañable la Novena con que se la honra. Su imagen no solo está en todas las iglesias de la Familia Redentorista como algo que le es propio, sino también en miles de capillas e iglesias a lo largo y ancho del mundo, en muchos casos como recuerdo de las misiones populares que los redentoristas animan. Celebrando los 150 años de la restauración y entrega del Icono a estos misioneros, el autor presenta esta colaboración con cariño filial y como homenaje a una advocación mariana tan colosal, querida y universal como es la del Perpetuo Socorro.