La figura de Alfonso de Liguori culmina la etapa de la moral casuista, ofreciendo la solución al enfrentamiento entre rigoristas y laxistas. Proclamado Doctor de la Iglesia (1871) y Patrono de confesores y moralistas (1950), Alfonso es reconocido por la Iglesia como la vía de la benignidad pastoral frente al rigorismo moral. El autor ofrece en este volumen de dos tomos un acabado balance del significado histórico de esta figura de la Iglesia universal.