La humanidad de hoy no es la de ayer. ¡Tampoco lo son, ni la familia ni el matrimonio! Surge entonces la pregunta: ¿tiene la Iglesia de nuestro tiempo una “buena noticia” que transmitir a la pareja y a la familia? Y si “buena noticia” se traduce en griego por “evangelio”, la pregunta se puede reformular así: ¿hemos encontrado en la Iglesia el “Evangelio del siglo XXI” para el matrimonio y la familia? Allí donde hay matrimonio y familia, allí está actuando el Espíritu de Dios ...