Pablo de Tarso era un judío que había sido educado en la ley de Moisés y contaba con una formación intelectual de cuño helénico. Impulsivo y lleno de inquietudes, comenzó a perseguir a los cristianos hasta que el encuentro con Cristo transformó su vida. A partir de ese momento, se convirtió en un apóstol y se entregó de lleno a la evangelización. Incansable viajero y prolífico autor, extendió el mensaje de Jesucristo entre los gentiles, lo que le valió la persecución y la cárcel.