La sociedad actual intenta ignorar la enfermedad y la muerte, y las confina a los hospitales. La Iglesia no puede participar en esta actitud de ostracismo. En el sacramento de la unción, la Iglesia manifiesta su voluntad, como comunidad, de estar cerca de los enfermos, no sólo para asegurarles que Dios los ama, sino también con el cuidado y el acercamiento humanos. Anselm Grün nos describe en este libro la relación cristiana con la enfermedad en general y presenta el sacramento de la unción como un desafío para afrontar la enfermedad y la muerte, integrándolas desde la fe.