La Comisión creada en 2016 por el papa Francisco después de reunirse con las hermanas de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) sirve de marco para preguntarnos qué impide que la Iglesia permita el acceso de las mujeres al diaconado permanente –que sí existía en la Iglesia primitiva–, cómo integrar mejor a las mujeres en el seno de la Iglesia actual y si es posible vincular definitivamente el ministerio con la idea de servicio. Esta obra ofrece una panorámica histórica que aborda la presencia de la mujer en la Iglesia católica y sus funciones dentro de ella. Una lúcida reflexión sobre un debate que no deja de plantear desafíos para un futuro compartido entre hombres y mujeres.