Hablar de vocación hoy dejará de tener sentido cuando deje de tener interés hablar de fe, de seguimiento de Jesús, de comunidad, de misión, de compromiso y de reino de Dios. Lo que quizás no tenga sentido es hablar de vocación si pensamos que hay categorías de cristianos, si confundimos diversidad con diferenciación o si caemos en el clericalismo. Si lo hacemos desde una perspectiva reclutadora, que no pocas veces enmascara una concepción de la evangelización como mera supervivencia de una institución y no como testimonio. El especialista en Pastoral Vocacional Jorge Sierra ofrece algunas claves para el desarrollo de la cultura vocacional en el momento actual. Porque «Dios sigue llamando y podemos colaborar con Él, facilitando el crecimiento de una cultura que pone la vocación y el sentido trascendente en el centro de los valores de la persona y de la Iglesia».