El autor recoge en este libro una serie de acontecimientos inventados, protagonizados por personajes ficticios, que rezuman, no obstante, tanta veracidad como humanidad. A través del libro, el lector compartirá el día a día de un grupo de personas que, en el otoño de sus vidas, deciden seguir sirviendo a Dios de la forma que mejor saben hacerlo: ayudando al prójimo. Así, los distintos problemas y necesidades de la comunidad, y de los individuos que la integran, se convierten en los suyos propios, y siempre en torno a la parroquia, que unifica fuerzas, encauza y apoya los propósitos de este surtido grupo. Esta obra es, pues, un bonito canto a la vida sencilla y auténtica, que se presenta como ese camino tan sinuoso como enriquecedor al que todos podemos acceder si nos detenemos a mirar lo que ocurre a nuestro alrededor.