Este libro –que podrían haber sido dos– es un libro con una doble cara. Por un lado, ofrece un vía crucis, un camino de la cruz especialmente dirigido a los jóvenes. Cada estación, precedida por una colorida ilustración, invita a la escucha de la Palabra y de la voz del papa Francisco, y también a la meditación y escucha del propio corazón y a la oración comunitaria. Por el otro lado (girando el libro 180º en vertical), propone un camino similar: un vía lucis o camino de la resurrección, siguiendo la misma estructura, válida tanto para la meditación o oración individual como para la celebración en comunidad.