Tal vez nadie como el beato Santiago Alberione ha tratado, con tanta fuerza, claridad y originalidad la necesidad de forjar el carácter del cristiano, desde la juventud, mediante la formación de una recta mentalidad orientada en y hacia Cristo. Dedicó una de sus obras, por entero, a exponer la necesidad de conformarnos con el Divino Maestro partiendo de la facultad de la inteligencia y de alimentar nuestra mente de pensamientos evangélicos, a explicar la certeza de que son las convicciones las que orientan las elecciones diarias, y a fomentar el esfuerzo por sustituir el propio pensamiento por el de Jesús. El P. José María Fernández Lucio ha tomado los textos del beato Alberione, dirigidos a la Sociedad de San Pablo, pero en su mayor parte válidos para el hombre de hoy, y comparte con todos nosotros los consejos de su Fundador para redescubrir el Evangelio y hacerlo entrar de forma más profunda en nuestras conciencias y en la vida cotidiana.