La historia de esta mujer viuda, de la que ni siquiera se sabe su nombre, que acude al Templo y hace una ofrenda extremadamente pobre, ocupa tan solo tres versículos en el evangelio de Marcos. Sin embargo, el evangelista presenta a esta mujer, que no interactúa en ningún momento con Jesús, como un modelo de discípula y una inspiración para el propio Jesús. Estela Aldave analiza en este libro este episodio evangélico, su contexto y sus distintas interpretaciones resaltando la relevancia de este personaje secundario, propuesto como Jesús como ejemplo viviente de sus enseñanzas.