Este breve ensayo nos muestra en qué consiste la ternura, ese desbordamiento que nos hace dar más de nosotros mismos, como un suplemento de amor, cuando ya hemos dado lo necesario. Para ello, la autora profundiza en sus manifestaciones –la ternura de la madre, del padre, en la pareja, en la familia y en nuestras relaciones personales y sociales– y en los obstáculos que impiden el desarrollo de la ternura: el miedo, la dureza y el orgullo. Porque solo así podremos aceptar la ternura y compartirla mediante palabras, gestos y miradas que actúen como un bálsamo sobre las heridas de nuestro prójimo y del mundo.