Enseñar a pensar es enseñar a hacer y hacerse preguntas, principio y fin de la educación para una vida buena. Un libro que no facilite el pensamiento, que no sugiera preguntas al alumno o al profesor, está de más. ¿Cómo llevar a cabo una buena tutoría sin el manejo adecuado de la pregunta? A partir de las características y claves de la filosofía y de su historia (capítulo I), esta obra se detiene en el valor filosófico de la pregunta, del diálogo y de la comunicación que satisfacen la doble necesidad humana de relacionar el pensamiento con la realidad y el pensamiento con el sentimiento a través de la pregunta (capítulos II y III), y los mínimos supuestos y metodología para una comunicación provocada por la buena pregunta (capítulo IV). Al final de cada capítulo se ofrece un itinerario conceptual de sus contenidos, así como propuestas didácticas para el aula.