Los seres humanos somos seres sexuales y sexuados, y eso marca nuestro modo de ser y de estar en el mundo. Asumimos nuestro patrimonio sexual y, con ello, construimos un proyecto de vida. La sexualidad nos viene dada y también la hacemos nuestra, con nuestro nombre y apellidos, con nuestro personalísimo sello biológico y biográfico. En nuestra sociedad occidental del siglo XXI, la sexualidad ha adquirido un protagonismo público nunca antes estrenado, y con ello, nuestros niños, adolescentes y jóvenes se ven obligados a descubrir, acoger, integrar y construir su sexualidad con demasiados estímulos, muchos de ellos con mensajes contradictorios y no siempre encaminados a buscar su bien. Hoy, en una sociedad en la que solo parece tener valor lo joven, lo bello, lo sano, lo fácil, lo inmediato, lo que produce placer..., resulta aún más difícil si cabe enseñar el valor del compromiso, la entrega paciente, el esfuerzo, el sufrimiento. El verdadero amor, el que nos hace plenamente humanos, significa todo eso. Este libro pretende ser un compañero de camino para educadores -padres, catequistas, maestros y profesores- cristianos que, desde la propia experiencia de haber encontrado en la propuesta ética cristiana algo de luz para el propio caminar, desean acompañar a los chicos en esta tarea de aprender a amar. Nunca fue fácil educar para el amor cristiano, para un amor que comporta sacrificio y sufrimiento, fidelidad, generosidad y entrega hasta el extremo.