Son ocho los siglos de presencia monástica en Buenafuente del Sistal (Guadalajara). Ocho siglos que estuvieron a punto de truncarse al comienzo de los años 70 del siglo XX, por la falta de vocaciones y el aislamiento de la comunidad, la pobreza, la incomunicación, la lejanía de los servicios, la esclavitud que suponía para un sacerdote joven la atención litúrgica diaria a las monjas sin otra actividad pastoral...En este libro, Ángel Moreno, de Buenafuente, hace memoria de sus 50 años de ministerio sacerdotal, todos ellos como capellán y párroco en este monasterio cisterciense y las parroquias del entorno. Intentando alejarse de “un trabajo narcisista o egocéntrico”, asegura: “Doy testimonio de cómo es posible que una historia que parecía avanzar irremediablemente hacia su fin ha llegado y permanece en el presente gracias a la confianza, la fe, la oración, la obediencia, la fidelidad, la estabilidad y la esperanza de unas mujeres que se fiaron de la Palabra de Dios y abrazaron cada día la luz o el dolor que traían los hechos”.“Contemplando mi propia trayectoria y los hechos que la han configurado –dice–, reitero la oración del salmista: ‘Cuando el Señor cambió la suerte de Sion, nos parecía soñar’. “Quiera Dios que mi testimonio sea memoria agradecida y dé frutos en el corazón de quien lo lea”.