Cada libro que se publica es como un niño que nace. Ha sido concebido con amor, gestado durante un tiempo en el corazón con amor, dolor, sueños y trabajos, y dado a luz con alegría para gozo de los demás. Así es también este libro, en el que cada cuadro, cada trazo, cada color, cada página y cada texto que acompaña a las viñetas pretende hablar al corazón del lector o espectador. Se dice en el prólogo que este libro es una joya, trasunto de la paleta de Dios, que es el gran artista que ha llenado todo de vida, esperanza, amor y colores. En todo caso, es la visión –llena de vida y color– de Jesús y su Evangelio que ofrece su autor para deleite de los lectores.