Poniéndole cara a la violencia aúna dos realidades, la pedagógica y la artística, en un instrumento educativo de aplicación práctica que tiene por horizonte "trabajar las emociones para su transformación" referidas a dos campos concretos sobre la violencia: la familiar y la escolar.Así, la investigación y el análisis desarrollado por Emilio Tresgallo, se nutren transversalmente con la composición plástica de diversas ilustraciones de Lucía Polanco que ayudan a profundizar en los contenidos y concienciar sobre la problemática que representa la violencia.