Los aforismos pertenecen a esa familia de frases breves, concisas y con cierto carácter de sentencia que concentran algún pensamiento, conocimiento o enseñanza e incitan a la reflexión, y que algunos estudiosos denominan paremias. Como la buena fotografía, los buenos aforismos delimitan un campo de interés, seleccionan lo esencial, enfocan de modo adecuado y establecen una relación sugerente entre, al menos, dos conceptos. Llegan a ser excelentes #y provocan una sonrisa cómplice en el lector# cuando resultan ingeniosos y, además, retan a nuestra rutina perceptiva al sorprendernos con un giro inesperado que trastoca nuestra previsión y nos regala una experiencia cercana a una revelación, a una epifanía