Cada vez es mayor nuestra necesidad de tomar decisiones, y cada vez menor nuestra capacidad de hacerlo. Sin embargo, como cristianos, nos vemos a diario ante la necesidad de elegir y de buscar la voluntad de Dios para mejor servirle a El y a los hombres. Y ello no sólo a nivel personal, sino también a nivel grupal o comunitario. Hemos de analizar en común las situaciones, hacer acopio de datos y prever las consecuencias de nuestras eventuales decisiones. La asistencia del Espíritu Santo no significa que vaya a proporcionarnos las respuestas o las soluciones ya hechas. A partir de la deliberación de los primeros compañeros de Ignacio de Loyola, que en 1539 tomaron la decisión de fundar la Compañía de Jesús, Jean-Claude Dhôtel traza un itinerario y propone una guía para buscar y elaborar en grupo las condiciones necesarias para saber deliberar en común acerca del futuro de nuestras comunidades (formas de vida grupal, actividades...), de los problemas que se nos plantean colectivamente (respecto a la vida, lucha contra toda forma de injusticia...), de las decisiones que hemos de tomas para la vida y el futuro de nuestra comunidad (elección de sus responsables, fomento de vocaciones...), etc. Necesitamos aprender a ser guiados por el amor, y un amor efectivo, y a seleccionar nuestras actividades de forma que nos liberemos de las fuerzas de muerte que paralizan y nos adhiramos a las fuerzas de vida que liberan.