El credo que recitamos desde Nicea se extiende en detalles sobre la obra y la persona de Jesús, pero al llegar al Espíritu Santo se contenta con una sola frase: "Creo en el Espíritu Santo". Esa falta de proporción se refeja en nuestra conducta. Muchos conocemos, sabemos, estudiamos y contemplamos sobre Jesús, centro de nuestra vida: pero acerca del Espíritu Santo, más allá de decir que creemos en él, muchos de nosotros no nos atreveríamos a entrar en detalles. Algo mejor andamos que aquellos discípulos de Efeso que habían abrazado la fe en Jesús sin haber oído hablar siquiera del Espíritu Santo. En cambio, ellos, en cuanto Pablo les habló y les impuso las manos, recibieron visiblemente el Espíritu y sus dones con un realismo tangible del que nosotros andamos aún muy lejos. Nos corresponde imitar en profundidad carismática a los que hasta ahora hemos imitado en ignorancia práctica. De eso se trata. De aumentar el trato con la Tercera Persona en nuestras vidas. De caer en la cuenta de que la manera presente de llegarse Dios a nosotros es el Espíritu Santo. De descubrir que más allá de los símbolos y los nombres se halla una persona, tan real como el Padre y el Hijo, que nos espera para establecer con nosotros la initimidad divina que es nuestra vida de gracia. CARLOS GONZÁLEZ VALLÉS, S.J., es autor de Viviendo juntos (8ª ed.): Caleidoscopio (5ª ed.): Dejar a Dios ser Dios (10ª ed.): Por la fe a la justicia (5ª ed.): Saber escoger (9ª ed.): Busco tu rostro (12ª ed.): Ligero de equipaje (17ª ed.): Gustad y ved (7ª ed.): Al andar se hace camino (7ª ed.): Salió el sembrador (4ª ed.): Vida en abundancia (3ª ed.): Te quiero, te odio (6ª ed.): Crecía en sabiduría (3ª ed.): No temas (3ª ed.): Mis amigos, los sentidos (3ª ed.): ¿Una vida o muchas? (2ª ed.): Cuéntame cómo rezas (2ª ed.): ¿Por qué sufro cuando sufro? (2ª ed.): y Siglo nuevo vida nueva.