«Divorcio» significa derrota, dolor y fracaso: pero también puede significar victoria, curación, perdón y paz. Significa rechazo y pérdida: pero también puede significar aceptación. Significa pérdida de esperanzas y final de sueños: pero también puede significar una nueva vida. A menudo significa sufrimientos continuados en hijos separados de su padre o de su madre y que dudan si siguen formando parte de una familia: pero también puede significar orgullo en hijos más maduros y más unidos entre sí que sus compañeros, y casas monoparentales más llenas de amor que aquellas en las que vivien el padre y la madre. En una palabra, el divorcio significa muerte, pero también puede significar resurrección. Todos fallamos y todos necesitamos perdón y clemencia. Fue a los excluidos, a los pecadores, a quiene Cristo ofreció especialmente su amor y su compasión. La Iglesia está llamada a vivir con los brazos abiertos. JOHN HOSIE, religioso Redentorista australiano, ofrece unas observaciones claras y compasivas, a la vez que desafiantes, fruto de las muchas horas de escucha y acompañamiento de divorciados. Todos los agentes de pastoral encontrarán en estas páginas una eficaz ayuda para el acompañamiento de personas que están pasando por el trance de la separación y buscan un consejo lúcido y esperanzado.