La mujer que conocemos como Santa Teresa de Lisieux (1873-1897) pasó toda su vida en una pequeña región del noroeste de Francia, y durante los últimos nueve años nunca salió del Carmelo de Lisieux. Murió a la edad de 24 años. Sin embargo, muy poco después de su muerte Teresa y su historia empezaron a cruzar fronteras geográficas y culturales con una rapidez asombrosa. La Historia de un alma, su manuscrito autobiográfico, ha sido traducido a más de sesenta lenguas. Es probablemente la santa más popular de los tiempos modernos. Recientemente ha sido declarada doctora de la Iglesia por la doctrina de su camino espiritual, que ella llamó "el caminito". Dorothy Day, la activista social norteamericana, dijo de ella: «Teresa fue un ?granito de arena? y, por otra parte, ?su nombre estaba escrito en el cielo?. Fue amada por su Padre celestial, era esposa de Cristo y poco inferior a los ángeles. En realidad, así somos todos». MARY FROHLICH, profesora de espiritualidad y directora del departamento de espiritualidad en la Catholic Theoligical Union de Chicago, ha publicado numerosos libros y artículos sobre Teresa de Lisieux.