En la tradición religiosa, incluida la cristiana, ha existido y existe una forma de ver las cosas en la que la sexualidad es considerada como algo positivo e incluso entendida y valorada como una fuente de espiritualidad. Y ello se concreta, ante todo, en las corrientes místicas, que ponen de relieve la gran importancia que el eros y la sexualidad pueden tener de cara a una relación viva con Dios. Independientemente de que si la vivimos en pareja o si hemos encontrado otras formas de integrarla en nuestras vidas, la sexualidad puede ser una fuerza que nos ayude a transcendernos hasta fundirnos con el totalmente Otro, con el Numinoso, con Dios. Si entendemos así la sexualidad -y las reflexiones que forman este libro no pretenden otra cosa-, podremos valorar su significado para nuestra experiencia religiosa y nuestra espiritualidad. La sexualidad se convertirá entonces en una fuente de vitalidad, fantasía y creatividad, al tiempo que en un camino espiritual. WUNIBALD MÜLLER, nacido en 1950, es licenciado en psicología y doctor en teología y dirige la Casa de Ejercicios de la abadía de Münsterschwarzach.