Basándose en su propia experiencia a la hora de reaccionar frente a los abusos sexuales por parte de algunos clérigos, el obispo Geoffrey Robinson presenta una crítica metódica del uso y abuso del poder en la Iglesia, desde las proclamaciones infalibles por parte del papado hasta la pretensión de numerosos sacerdotes de gozar del respaldo de la autoridad divina en su labor de predicación e indoctrinación. Apelando a la Biblia y, sobre todo, a la enseñanza de Jesús, presenta un enfoque de la moral sexual profundamente compasivo y centrado en la dignidad de la persona, insistiendo en la prioridad de la jerarquía de santidad sobre la jerarquía de poder. En realidad, lo que ofrece no es sino la visión de una Iglesia del tercer milenio: una Iglesia que desea ver en sus miembros la responsabilidad propia de seres adultos, más que una obediencia infantil, y que desea ayudar a todos a crecer y a ser lo que son capaces de ser. El obispo GEOFFREY ROBINSON, licenciado en Filosofía, Teología y Derecho Canónico, fue Obispo auxiliar en la archidiócesis de Sidney desde 1984 hasta su dimisión, que presentó en 2004. En 1994 fue elegido por los obispos australianos para formar parte de la comisión nacional que debía coordinar la respuesta de la Iglesia católica australiana a las denuncias sobre abusos sexuales cometidos por clérigos, y fue co-presidente de dicha Comisión de 1997 a 2003. Es autor también de Marriage, Divorce and Nullity.